Son numerosos los estudios que demuestran que más de la mitad de los niños menores de 15 años sufren molestias y dolores de espalda.

La falta de ejercicio físico, el exceso de carga en las mochilas, la manera inadecuada de transportarlo o el mantenimiento prolongado de posturas inadecuadas son algunas de las razones que se asocian a un mayor riesgo de dolores de espalda en los escolares.

Hoy os traemos un post con recomendaciones y consejos para cuidar la salud de nuestros peques y prevenir futuras lesiones.

Según la Organización Médica Colegial (OMC) el peso de una mochila no debería superar el 10%-15% del peso del escolar, sin embargo, los datos demuestran que, como mínimo, un tercio de los escolares supera ese límite.

Por todo ello, la Campaña de Prevención del Dolor de Espalda entre los Escolares puesta en marcha por la Organización Médica Colegial (OMC) y la Fundación Kovacs recomienda a los pequeños no llevar más peso del necesario. Los niños se encuentran en pleno proceso de crecimiento y no conviene sobrecargar su columna y sus articulaciones, ni generar desde tan pequeños contracturas musculares.

¿Cómo prevenir el dolor de espalda?

LA MOCHILA: es uno de los factores más importantes y lo ideal es que la mochila presente dos bandas anchas que estén acolchadas en los hombros y si presenta una tira que se abroche en el abdomen o pecho sería ideal para una mayor sujeción y para mantener la mochila en contacto directo con la espalda, de hecho, en esa zona debería estar también acolchada.

Debemos mirar que el volumen de la mochila no sea superior que el volumen de la espalda del niño y hay que procurar que se lleve siempre colgada de las dos asas y no sólo de un hombro.

El doctor Kovacs propone además como alternativa a la mochila tradicional aquellas que tienen ruedas, para que la espalda no soporte el peso que los niños tienen que transportar a diario. “Si la mochila es de tirantes, lo mejor en edades tempranas es situarla relativamente baja, en la zona lumbar, tan cerca del cuerpo como sea posible, y sujeta con un cinturón de manera que no se bambolee”.

Además sería recomendable no cargar demasiado la mochila, sólo con lo necesario para ese día y, si fuera posible, que presentara varios compartimentos para poder repartir mejor el peso.

“Si la mochila es de tirantes, lo mejor en edades tempranas es situarla relativamente baja, en la zona lumbar, tan cerca del cuerpo como sea posible, y sujeta con un cinturón de manera que no se bambolee”.

EJERCICIO FÍSICO: La realización de actividades físicas y ejercicio desde la infancia es quizá la medida más importante para prevenir los dolores de espalda. “De hecho –enfatiza el doctor Kovacs- la actividad física es indispensable y necesaria para que la columna vertebral adquiera su forma definitiva. Además, realizar ejercicio físico de manera periódica reduce el riesgo de padecer dolencias de la espalda y, aumenta la probabilidad de que, si aparece dolor, éste sea de corta duración e influya menos en la actividad cotidiana y la calidad de vida”.

La realización de actividades físicas con un previo calentamiento y estiramientos al finalizar, será un buen medio de prevención de lesiones futuras, mantendrá la musculatura fuerte, las articulaciones más reforzadas y contribuirá a una buena adaptación postural de los niños.

SENTADOS EN CLASE: A la hora de estar sentados en clase, es muy importante que tengan una buena postura en la silla, ya que pasarán muchas horas en ella. Lo correcto es sentarse ni muy cerca ni muy lejos de la mesa y tan atrás como se pueda en la silla, con ambos pies apoyados en el suelo y las rodillas al mismo nivel o por encima de las caderas. Así mismo, la espalda debe estar totalmente apoyada en el respaldo y los brazos y los codos apoyados en la mesa. La cabeza debe estar recta en todo momento, evitando inclinarla mientras se escribe.