Como explicamos en el post anterior, el suelo pélvico son un conjunto de estructuras musculares y ligamentosas que se sitúan cerrando la cavidad abdominal inferior.
Dada la importancia de esta zona por sus funciones de sostén de las vísceras pélvicas y por consiguiente del resto de ellas, su función de continencia de orina y heces y sus funciones sexual y reproductiva, es imprescindible conocer qué factores o situaciones ponen en «riesgo» esta musculatura pudiendo debilitarse o encontrarse en una situación desfavorable en la que se vean mermadas sus funciones.
Esta zona de nuestro cuerpo no es precisamente algo que podamos observar a diario y muchas veces ni siquiera somos conscientes de cuando se activan estos músculos o en que acciones de nuestra vida se ven más solicitados.
En muchas ocasiones cuando aparecen los síntomas es cuando se toma conciencia de la existencia del suelo pélvico, principalmente la incontinencia urinaria o la molestia o dolor en las relaciones sexuales.
Identificar las situaciones de riesgo para el suelo pélvico, será la clave para modificar en la medida de lo posible estos factores y nos descubrirá la manera de compensar estas situaciones de riesgo.
Indudablemente, es cierto, que como el resto de estructuras, se debilitan por la edad o la inactividad y que los cambios hormonales en las diferentes etapas de la vida ( embarazo, menopausia, etc ) contribuyen a sus posibles modificaciones. Además encontramos otros posibles causantes de esta debilidad:
CAUSAS Y FACTORES DE RIESGO:
- El sobrepeso y, en general todas las acciones que ejerzan presión sobre esta zona bien de forma puntual o continuada, son elementos que contribuyen a una posible debilidad si la zona no se encuentra lo suficientemente fuerte y tonificada. Con el tiempo tenderá a perder el tono, elongando esta musculatura, abombándola y debilitándose hasta desgastar su capacidad de continencia de la micción y las heces, mermando su función de sostén de las vísceras pudiendo provocar prolapsos,dificultando las relaciones sexuales, etc.
- La tos crónica o contínua, sin una estabilización y contracción previa de la zona abdominal baja, transverso abdominal y suelo pélvico,puede debilitar esta musculatura.
- El estreñimiento, el acúmulo de heces en los intestinos contribuye a una mayor presión del intestino grueso en las vísceras subyacentes y con ello un mayor esfuerzo de sostén de la musculatura del suelo pélvico. También el sobreesfuerzo que se realiza en la defecación es una causa importante.
- El embarazo es una etapa clave en el suelo pélvico. El cuerpo de la mujer sufre numerosos cambios a nivel hormonal que modifican la capacidad de sostén de estas estructuras. Además los numerosos cambios físicos que se producen y el peso que adquiere requiere que la musculatura se encuentre tonificada para poder soportar esas tensiones.El músculo transverso del abdomen y el suelo pélvico son claves en esta etapa de la mujer.
La Fisioterapia, la Osteopatía y la reeducación postural trabajan desde la prevención y reducción de los factores de riesgo hasta la recuperación de esta musculatura en caso de verse mermadas sus funciones.
- El parto, en mayor o menor medida lesionará el suelo pélvico. La expulsión del bebé hace que fibras musculares, tendinosas, nerviosas, fasciales, etc se vean sometidas a un fuerte estiramiento y en muchas ocasiones algunas rupturas o desgarros. Debido a esto el suelo pélvico se verá debilitado en el postparto inmediato, recuperándose en la mayor parte de los casos de manera natural pero permanenciendo debilitado y dañado en muchos otros.
Tras el parto, y pasado un mínimo de 6-8 semanas, sería recomendable una valoración del suelo pélvico de manos de un especialista, que asesorará en cada caso los tratamientos o ejercicios más adecuados para una óptima recuperación.
- Posiciones incorrectas, movimientos bruscos o levantamientos de peso de manera inadecuada y sin control también contribuyen a un mal funcionamiento de esta musculatura. De la misma forma que ejercicios de alto impacto como el running, el tenis, abdominales, etc realizados de manera inadecuada pueden contribuir a su debilitamiento.
Estos son algunos de los factores más comunes. ¿Quieres saber cómo podemos trabajar el suelo pélvico? No te pierdas los próximos post
¡Feliz Fin de Semana!
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